En el año 2001, bajo la dirección de escena de Diego Bergier, y en el contexto de la escuela de teatro Estudio Teatro Madrid, surge un espacio para la creación de proyectos escénicos llamado Compañía Estudio Teatro Madrid.
Como punto de partida, no nos gustaría definirnos como una compañía al uso. Más allá de fomentar la interpretación dirigida al crecimiento profesional, buscamos métodos que ahonden en experiencias y nuevas fórmulas creativas. Nuestro amor por el teatro nos ha ido conduciendo a la elaboración de distintos proyectos artísticos de diversa índole. En ocasiones adaptaciones y en otras, textos originales que exploran diversos estilos como el grotesco, el absurdo, la comedia, etc.
Y en ese andar, incentivando la fantasía, el encuentro, la creación, damos con el espacio, el ritmo, la capacidad de juego para subir a un escenario y ofrecer lo mejor de nosotros. Por ello, la mayor parte de obras que adaptamos o escribimos están conducidas a la reflexión sobre conflictos patentes y visibles de la sociedad, pero sin pretender transmitir un punto de vista único o moralizante. La idea primordial es distanciarnos y generar espectáculo mediante herramientas artísticas, para que sea el mismo artificio de la representación el que proponga preguntas al público donde no importa tanto la respuesta sino la observación y la reflexión sobre determinadas cuestiones.
Consideramos que la representación está ahí, como la vida, y es de esta relación de la que surgimos, intentando reproducir o re-presentar el mundo que está allá fuera, es decir, volver a presentar la realidad ante la escucha de quien nos quiera descubrir, pero bajo un aspecto diferente. Y quizás en ese proceso puedan descubrir bajo una nueva luz aquello en lo que nunca se pararon a pensar.